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"No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita"

 

Filosofía de vida:

 

Nuestros abuelos pertenecen a una generación que vivió entre estrecheces, y por eso, aprendieron a reciclar, reutilizar, compartir y a echarle imaginación para "estirar" la comida y los recursos de los que disponían allí donde vivían.

Vivieron con la esperanza de que sus descendientes tuvieran eso que ellos llamaban "una vida mejor", sin tener que medir aquello que consumían y pudieran disfrutar de más comodidades. Y en la mayoría de los casos, así fue. Poco a poco, las siguientes generaciones disfrutamos de épocas de bonanza, en las que cada vez nos parecemos más a esos (mal llamados) países ricos, y podemos vivir cómodos sin importarnos cuántos recursos estámos derrochando.

La naturaleza se queja, pero no la escuchamos, decimos que se está volviendo loca, y para la mayoría es suficiente.

 

Nuestros viajes por diferentes culturas, nos han enseñado a analizar nuestra forma de vivir, de dónde viene, porqué actuamos así, y qué consecuencias tiene.

 

Asia nos ha enseñado la sencillez de las pequeñas cosas, las importantes, las inmateriales; la amabilidad, la hospitalidad.

Europa nos ha enseñado a movernos diferente, a no poner excusas por el tiempo que haga.

Norteamérica nos ha enseñado la opulencia, el gasto desmedido, las contraposiciones internas.

Y los viajes en velero, desde el primer momento, nos han enseñado a volver a las "estrecheces" de nuestros abuelos, a compartir, a vivir en plena naturaleza teniéndo recursos límitados, a ahorrarlos, a aprovechar la energía natural que el planeta nos brinda para movernos, sin herirla.

Una cosa en común que nos han enseñado todos los sitios visitados, es que hay gente genial en todos los sitios, y que la naturaleza exhuberante está en cualquier sitio, sólo tenemos que abrir los ojos para verla.

 

En nuestro día a día, intentamos aplicar todo lo aprendido, y así, de unos años a esta parte hemos cambiado hábitos.

Intentamos consumir los menores recursos posibles, nos movemos en bicicleta, consumimos alimentos de temporada y mayoritariamente locales. Hemos aprendido nuevas forma de cocinar y comer, intentamos generar menos residuos, evitando en la medida de lo posible envases innecesarios y sobre todo, reutilizamos todo lo posible.

 

Tenemos un proyecto de reutilización de elementos que tienen mucho que ver con el ámbito local y lo que sucede a nuestro alrededor... Pero eso es tema para otro post.

"Cada viaje es una experiencia con la que aprender"

 

Filosofía viajera:

 

La vida es un viaje, cada día nos enseña algo nuevo, y cada día las cosas a nuestro alrededor pueden ser diferentes, según la forma cómo las miremos.

 

Cuando viajamos, nos divertimos, reimos, hacemos amigos inolvidables, establecemos lazos, acabamos agotados, pero sobre todo, aprendemos.

 

Queremos que nuestros viajes sean cercanos al sitio que visitamos, más humanos, huimos de los sitios extremadamente turísticos, de los transportes y alojamientos exclusivos y de los lugares "para extranjeros". 

Transportes y alojamientos locales, convivencia convierten los viajes en experiencias y vivencias inolvidables.

 

Nos gusta aprender de quiénes viven allí donde vamos, compartir andanzas, analizar el porqué de las cosas que hacen, su cocina, el porqué de las diferencias con el sitio de donde nostros venimos, su historia, etc...  ya sea al lado de casa, o en el otro lado del mundo, comunicándonos por señas, dibujos, juegos, música....

 

Poco a poco hemos aprendido a llevar las mochilas menos cargadas, eliminar todo lo accesorio, para viajar con menos carga, más ligeros, para movernos ágiles.

 

La verdadera aventura no está en el destino, sino en el propio viaje.

Nos hemos movido por el mundo en bicicleta, en tandem, en patines, en furgoneta de carga, en tren, en barco... y todavía nos quedan transportes por descubrir, para no parar de movernos por el mundo. ¡queda mucho por explorar!

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